“El arte es sobre todo, un estado del alma” Marc Chagall.
Escrito por: Adriana Freites |
Desde niña siempre me he preguntado y he sentido mucho interés sobre qué era lo que motivaba a Picasso para trabajar en su arte de la
manera tan característica en que lo hacía, por qué existe simetría entre los ojos y la boca en sus obras y ese tipo de cosas… siempre he escuchado que
“nuestro arte es la forma en la que miramos el mundo”, entonces deduje que este
tipo tenía que estar muy loco, y de hecho, posiblemente lo estaba, porque el arte, como todas las cosas que hacemos, tiene una razón psicológica, desde garabatos hasta grandes obras de arte.
¿Por qué un simple garabato tiene una razón psicológica? pues porque incluso ese animalito, o ese pequeño corazón que aparece espontáneamente en la esquina de nuestros cuadernos, se refiere a un estado emocional o a un deseo oculto. Por ejemplo, dibujar círculos señala que nos encontramos en torno a una situación de la que, muchas veces, no encontramos salida. Cuando una persona hace muchos círculos, tiende a encerrarse en su propio mundo, ya que los círculos se relacionan con la afectividad.
“Siempre eso que se garabatea, que se imprime en un papel, tiene un sentido que ciertamente está muy oculto, y que pareciera ser absolutamente necesario para hacer la tarea que se está realizando. Hay una fuerza que va más allá de la conciencia y la voluntad, que nos inspira”. Explica la psicoanalista argentina Any Krieger.
Para explicarles un poco más, debería empezar definiendo qué es arte y qué es psicología.
El arte se define como una actividad de la inteligencia humana por la que se expresa la creatividad con signos o acciones que intentan una comunicación de múltiples niveles, no sometida a reglas concretas. El arte no es, pues, necesariamente una expresión de "lo bello" o "lo hermoso", sino una expresión sutil de la inteligencia humana, sin usar reglas absolutas ni códigos cerrados. Como ejemplo claro están la notación musical y el lenguaje verbal… pero usados para expresar una comunicación no totalmente racionalizada, que apele a las sensaciones en el espectador.
Y la psicología es el temperamento, el carácter, la idiosincrasia, la naturaleza y la forma de ser de una persona. Es la ciencia que estudia los procesos mentales, las sensaciones, las percepciones y el comportamiento del ser humano, en relación con el medio físico y social que lo rodea.
“La psicología, al tender a explicar la conducta humana en su totalidad no puede dejar de sentirse atraída por los complejos problemas que plantea la reacción estética” (Vygotsky, 1970, página 17).
Siguiendo con el ejemplo de las obras de Pablo Picasso, y extendiéndome hacia las de Salvador Dalí, Frida Kahlo, y hasta las mías, todos tenemos un estilo específico que nos define, desde nuestro trazo, hasta la gama de colores que usamos en el plano de dibujo, todas éstas son características gráficas propias cada artista. Incluso en la pintura, en la imagen que es proyectada se pueden percibir mensajes, los obvios, o más de los que el artista haya querido plasmar en la obra, como emociones, deseos, inseguridades, virtudes y defectos, entre otras cosas.
Me pongo como ejemplo a mí misma, ya que cuando dibujo figuras femeninas, éstas siempre tienen características físicas tales como cejas muy pobladas y definidas, y cabello largo y sedoso, cosas que carecen en mí, y que desearía poseer. Como por ejemplo:
¿Por qué un simple garabato tiene una razón psicológica? pues porque incluso ese animalito, o ese pequeño corazón que aparece espontáneamente en la esquina de nuestros cuadernos, se refiere a un estado emocional o a un deseo oculto. Por ejemplo, dibujar círculos señala que nos encontramos en torno a una situación de la que, muchas veces, no encontramos salida. Cuando una persona hace muchos círculos, tiende a encerrarse en su propio mundo, ya que los círculos se relacionan con la afectividad.
“Siempre eso que se garabatea, que se imprime en un papel, tiene un sentido que ciertamente está muy oculto, y que pareciera ser absolutamente necesario para hacer la tarea que se está realizando. Hay una fuerza que va más allá de la conciencia y la voluntad, que nos inspira”. Explica la psicoanalista argentina Any Krieger.
Para explicarles un poco más, debería empezar definiendo qué es arte y qué es psicología.
El arte se define como una actividad de la inteligencia humana por la que se expresa la creatividad con signos o acciones que intentan una comunicación de múltiples niveles, no sometida a reglas concretas. El arte no es, pues, necesariamente una expresión de "lo bello" o "lo hermoso", sino una expresión sutil de la inteligencia humana, sin usar reglas absolutas ni códigos cerrados. Como ejemplo claro están la notación musical y el lenguaje verbal… pero usados para expresar una comunicación no totalmente racionalizada, que apele a las sensaciones en el espectador.
Y la psicología es el temperamento, el carácter, la idiosincrasia, la naturaleza y la forma de ser de una persona. Es la ciencia que estudia los procesos mentales, las sensaciones, las percepciones y el comportamiento del ser humano, en relación con el medio físico y social que lo rodea.
“La psicología, al tender a explicar la conducta humana en su totalidad no puede dejar de sentirse atraída por los complejos problemas que plantea la reacción estética” (Vygotsky, 1970, página 17).
Siguiendo con el ejemplo de las obras de Pablo Picasso, y extendiéndome hacia las de Salvador Dalí, Frida Kahlo, y hasta las mías, todos tenemos un estilo específico que nos define, desde nuestro trazo, hasta la gama de colores que usamos en el plano de dibujo, todas éstas son características gráficas propias cada artista. Incluso en la pintura, en la imagen que es proyectada se pueden percibir mensajes, los obvios, o más de los que el artista haya querido plasmar en la obra, como emociones, deseos, inseguridades, virtudes y defectos, entre otras cosas.
Me pongo como ejemplo a mí misma, ya que cuando dibujo figuras femeninas, éstas siempre tienen características físicas tales como cejas muy pobladas y definidas, y cabello largo y sedoso, cosas que carecen en mí, y que desearía poseer. Como por ejemplo:
Otro ejemplo de esto lo encontramos en la pintora mexicana Frida Kahlo, que bueno, solo se retrataba a sí misma.
Instagram: xadrianafreites |